El lenguaje corporal apareció mucho antes que los cosméticos, la ropa y el habla. Por esto mismo es tan importante a la hora de relacionarse con otras personas.
1. Brazos cruzados detrás de la espalda
Si agarras tu antebrazo detrás de la espalda, estás proyectando una señal negativa a los que te rodean. Normalmente nos ponemos así cuando estamos tristes o bravos. Y cuanto más alta está tu mano, más desagradable puede parecer a las personas.
2. Tobillos cruzados
Si cruzas los tobillos, otras personas pueden pensar que no estás segura de lo que dices. Si, además de esto, tienes las manos en los bolsillos, nadie te va a escuchar.
Cuando metemos las manos en bolsillos, estamos tratando de ocultar el nerviosismo. Aunque el gesto tiene muchos otros significados, este es el más común.
3. Manos entrelazadas
Aquí tenemos la mini versión de la pose con los brazos cruzados en el pecho. “Me estoy alejando, no estoy con ustedes, estoy en mi casita” es lo que transmite este gesto a los demás.
4. Manos entrelazadas arriba
Una variante de la pose anterior, pero peor. Cuanto más arriba levantas las manos, más ganas tienes de alejarte de los demás o esconderte.
5. Espalda encorvada
La mala postura no sólo te hace daño, sino también le enseña tu estado indefenso a los demás, como si dijeras: “No estoy segura de mí misma, todo está mal”. Lo mismo aplica cuando arrastras los pies caminando.
Levanta la cabeza y camina bien. Esto cambiará tu aspecto de forma más radical que un nuevo vestido.
6. Sonrisa torcida
Para muchos, esta sonrisa torcida se convirtió en un hábito y no debería ser así, porque la gente lo toma por una mueca de sarcasmo. Que los maleantes de películas no sean tu ejemplo. No tengas pena de sonreír sincera y abiertamente. De esta forma tendrás más amigos y admiradores.
7. Mano estirada
Sólo los más preparados saben leer este gesto, sin embargo hay que tener cuidado. Si estás en frente de una persona conversando, no estires tu mano como lo puedes ver en la foto. Significa “Por favor, para de hablar”. ¿Estás seguro de que quieres dejar esta impresión?
Bueno, aquí sí hay una excepeción y es si quieres tomar de la mano a tu pareja.
8. Puños en la cintura
Una pose muy agresiva y que usamos a menudo simplemente porque no sabemos qué hacer con nuestras manos. Lo que dice es “Bueno, ¿qué me vas a decir? De todas maneras no estoy de acuerdo”. No invita a continuar hablando ni a confiar en la persona.
9. Moviendo el pulgar
Es muy común que alguien señale con el pulgar algo atrás. Resulta que este gesto puede ser leído como desprecio. Como si dijera “Sí, lo sé, lo sé”.
10. Manos en puños
Esta posición de manos habla de una tensión o miedo ocultos. Y, cuanto más alto esté el puño, más tensión hay. Como si estuvieras lista para recibir un golpe. Las personas lo sienten, por eso si quieres cerrar una venta, no muestres tus puños en las negociaciones.
11. Mano a la boca
No te recomendamos tener la mano cerca de tu boca mientras estás hablando. Primero, tu interlocutor puede pensar que le quieres ocultar algo o esconderte.
Segundo, sin darnos cuenta tocamos la boca al mentir y mucha gente lo sabe. Y tercero, la mano tapa la boca y la voz no se oye. ¿A quién le gustará?
12. Amenazar con el dedo
Cuando queremos convencer a alguien, solemos hablar mostrando el dedo índice como un estricto profesor, pero el efecto puede ser diferente, ya que no a todas las personas les gusta que se les señale.
En fin, el secreto del carisma es simple: cuanto más abierta sea tu pose, tendrás más chances de causar una buena impresión. Estira los hombros, muestra las palmas abiertas y las personas te lo reconocerán. Tú misma te darás cuenta de que te has vuelto más segura y te sentirás mejor.
Bonus: 10 Hábitos útiles que comparten todos los ricos
Cada millonario ha encontrado su propia forma de llegar a la riqueza y al éxito, pero si comparamos los hábitos de las personas ricas, encontraremos que tienen algo en común.
Actividades deportivas
Uno de los buenos hábitos de las personas ricas es el deporte. Todos los días dedican alrededor de media hora de su tiempo libre a hacer ejercicios. Muchas veces son aeróbicos: correr, caminar o andar en bicicleta. Estos son buenos tanto para el cuerpo como para la mente. Tienen un efecto positivo sobre las neuronas y ayudan a producir glucosa, un excelente combustible para el correcto funcionamiento del cerebro.
Además, muchas personas ricas continúan practicando los deportes que les gustan desde la infancia. Por ejemplo, desde hace muchos años la pasión constante de Bill Gates es el tenis.
Lectura
No es un secreto para nadie que los millonarios suelen ser personas bastante ocupadas, y su tiempo libre es muy limitado. Por eso no practican la lectura por placer, sino para adquirir nuevos conocimientos. Los ricos suelen leer literatura especializada que trata sobre el autodesarrollo, biografías de personas exitosas y libros de historia. Bon Jovi es un claro ejemplo de que hasta las vacaciones pueden ser una buena oportunidad para leer este tipo de literatura.
Estilo propio
Muchas personas adineradas mantienen su propio estilo durante mucho tiempo y usan la misma ropa de año en año. El creador de la red social mundial Mark Zuckerberg explica esta peculiaridad con el deseo de deshacerse de todo lo que sobra en la vida para tomar la menor cantidad de decisiones posible en todo lo que no concierne a las maneras de servir mejor a esta sociedad.
Ahorro
Los ricos saben cómo ahorrar dinero. Ellos siempre están al tanto del saldo en su tarjeta bancaria. Registran sus gastos y saben calcular sus ingresos. Los millonarios, a pesar de las enormes cantidades de dinero, son muy conscientes de su situación financiera y, por lo tanto, cuidan cada centavo.
Transporte público
Las personas adineradas no hacen alarde de su fortuna. De hecho, la mayoría de ellas no desdeña usar el transporte público, caminar y andar en bicicleta. El alcalde de Nueva York, Bill De Blazio, prueba esta teoría con su propio ejemplo.
Despertar temprano
Todos los ricos son madrugadores y prefieren levantarse 3 horas antes de que su jornada laboral comience oficialmente. Un despertar temprano les da suficiente tiempo para ocuparse de asuntos cotidianos y pasar tiempo con su familia antes de embarcarse en las responsabilidades laborales. Esta regla también es seguida por la familia del desarrollador de aplicaciones Garrett Gee.
Meditación
La meditación es una excelente manera de aliviar la tensión acumulada durante el día: afecta el estado de ánimo y el comportamiento, ayuda a descubrir nuevas ideas creativas, evoca una sensación de bienestar y relajación. Es una buena práctica terapéutica que utilizan muchas personas adineradas, como Oprah Winfrey, a quien la meditación ayuda a eliminar toda la fatiga del día y encontrar la paz.
Lenguaje corporal
Los millonarios saben caerle bien a la gente, convencerla de sus visiones y lograr una comunicación exitosa con cualquier persona. Para ello usan el lenguaje corporal, que no solo atrae a los oyentes, sino que también crea un carisma especial. Elon Musk recurre a este truco durante sus charlas y Steve Jobs también lo practicaba para comunicarse.
Restricción para ver televisión
Los ricos son mucho menos propensos a ver televisión que los pobres.
Todos los ricos comparten el hábito de invertir su tiempo, tanto laboral como personal, productivamente. Por lo tanto, muchas veces en lugar de ver televisión prefieren un libro, una caminata, un entrenamiento o una conversación. El joven millonario Garrett Gee también agrega que es importante encontrar 3 pasatiempos: uno para las ganancias, uno para la creatividad y uno para la salud.
Planificación
Todos los ricos dicen que cualquier dinero perdido puede ser recuperado, pero no se puede devolver el tiempo perdido. Lograr el éxito sin un plan preciso es simplemente imposible. La regla de oro es: “La correcta planificación evita el mal trabajo”. Por eso, cada uno de los millonarios sabe cómo planificar su tiempo, elaborar listas de tareas y establecer metas diarias. Steve Jobs aseguraba que solo la planificación, la definición de los objetivos y la capacidad de esperar hacen que la gente adinerada tenga éxito.